Primera fase del entrenamiento

No hay que precipitarse a la hora de empezar con el boxeo. Antes de darle uso a los guantes debes de haber adquirido una serie de capacidades físicas que en el futuro te permitirán aguantar tanto los entrenamientos como los combates.
El boxeo es un deporte que consta de más cosas que saber pegar y saber recibir como piensa la mayoría de la gente. Si únicamente te dedicas a darle golpes a un saco puede que en un momento dado le puedas dar un puñetazo al rival, pero te aseguro que no podrás aguantar un combate completo ni física ni mentalmente.
En el boxeo, los luchadores, deben recorrer extensas longitudes a carrera continua para mejorar su resistencia ya que en un combate, la agilidad empieza desde abajo, si un luchador tiene una buena rapidez con los pies, esto le facilitará a la hora de esquivar los movimientos del contrario pues se podrá desplazar por el cuadrilátero con una mayor facilidad que su contrincante.
Además, si quieres tener una gran fuerza explosiva, los saltos de comba son un ejercicio perfecto, pues te ayudan a reaccionar en el momento perfecto y a mantenerte en tensión constantemente.
Estos ejercicios de resistencia básica hay que ejercitarlos constante y progresivamente, es decir, ni se puede abandonar el entrenamiento durante un período de tiempo más o menos largo y reanudarlo con la misma intensidad ni se puede empezar con una intensidad elevada y mantener dicha intensidad durante todo el entrenamiento, sino que ha de ser un proceso ascendente.
Junto con estos ejercicios, hay que alternar algunas sesiones de golpeo básico, es decir, aprender a realizar los diferentes tipos de golpeos (Jab, Cross, Direct, Uppercut, Swing, Hook, Volea) pero sin imprimirles demasiada intensidad, centrándose únicamente en la realización del movimiento y su correcta ejecución. De esta manera, podrás llegar a automatizar los movimientos y a ejecutarlos con una mayor facilidad.